Se os ha colado un poco de artículo en el machismo
7 Tareas que nos complican la vida, pero que nuestras madres ignoraban sin problemas
Hace apenas un par de años, las revistas femeninas estaban llenas de artículos sobre cómo debía ser una mujer de verdad. La lista de requisitos no solo se refería a la apariencia, sino también a las aptitudes, los rasgos de carácter y las cualidades mentales. Hoy en día, esta tendencia está disminuyendo gradualmente, pero la sociedad sigue esperando que las féminas cumplan algunas prescripciones tácitas. Al conocerlas, nuestras madres y abuelas solo se encogen de hombros sorprendidas: “Eso no existía en nuestra época”.
Hemos decidido averiguar cuáles son los requisitos que las mujeres modernas consideran imprescindibles, aunque las generaciones anteriores no les dieran ninguna importancia.
1. Ausencia del vello corporal
Hoy en día, cuando la oferta de productos de depilación y cera es muy variada, unas piernas o axilas sin depilar se consideran algo indecente. Pero antes, en tiempos de escasez total, la eliminación del vello no deseado no se consideraba una necesidad.
Por supuesto, incluso entonces (por regla general, en las grandes ciudades) había mujeres preocupadas por la tersura de la piel. Sin embargo, los métodos de depilación de aquellos años difícilmente pueden calificarse de seguros. Algunas se afeitaban las piernas con cuchillas bastante toscas, otras compraban en las farmacias un polvo de olor acre llamado “Nuri”, hecho de barro iraní. Las que no querían traumatizarse la piel recurrían a un método más humano: decolorar la vegetación con una solución de peróxido de hidrógeno.
2. Procedimientos de rejuvenecimiento facial
Los tratamientos faciales antiedad son muy populares hoy en día. En cuanto notan los primeros signos de envejecimiento, las chicas corren a retocarse la frente, enderezarse los surcos nasogenianos y levantarse los pómulos. La cirugía plástica del contorno y el aumento de labios son percibidos por las mujeres modernas como un acto corriente, no más complicado que una visita al dentista.
En el pasado, la gente también se esforzaba por estar bella. Pero la industria cosmética no estaba tan desarrollada. Las mujeres tenían que hacer fila durante años para corregir la forma de la nariz o las orejas prominentes. Muchos procedimientos antienvejecimiento simplemente no estaban disponibles y, por tanto, no tenían demanda.
3. Actividades “de desarrollo” obligatorias para los niños
Marina Melia, psicóloga y profesora de la Escuela Superior de Economía de la Universidad Nacional de Investigación, cree que la importancia de los hijos en la vida de una mujer hoy en día ha adquirido proporciones sin precedentes. Si antes los padres apuntaban a sus hijos a las actividades extraescolares con el propósito de que “no anduvieran por la calle”, hoy en día el desarrollo extraescolar de los niños se ha convertido en una auténtica carrera. Las madres compiten celosamente por ver qué hijo lee más rápido, cuenta mejor y asiste a un mayor número de actividades.
Al final, la pesada carga recae tanto sobre los hombros del niño como de la madre. La existencia dentro de un rígido horario de clases adicionales, así como la constante comparación de sí mismas con otros padres, suele resultar muy estresante para las mujeres.
4. Trabajar con un psicólogo
En los últimos tiempos, la demanda de servicios de psicoterapia se ha disparado. Psicólogos populares reúnen en auditorios miles de personas. Los coaches venden cursos sobre cómo quererse a uno mismo y triunfar. Las palabras “depresión” y “empatía” ya no nos parecen descabelladas.
Hoy en día, los expertos recomiendan encarecidamente a las chicas que se comprendan a sí mismas antes de casarse. Antiguamente, sin embargo, no pensaban mucho en ello.
5. Figura perfecta
La cultura moderna está literalmente saturada del culto al cuerpo. Estilo de vida saludable, forma física, nutrición adecuada, dietas, procedimientos en salones de belleza y cirugía plástica: todo esto se ha convertido en parte de nuestras vidas. “Una mujer debe estar esbelta y delgada” es el mensaje principal de numerosos cursos y maratones de adelgazamiento en línea.
En años pasados, la delgadez no estaba de moda. Al contrario, se creía que una mujer debía tener un cuerpo fuerte, unas caderas grandes como las de una madre y un aspecto floreciente. Y, por supuesto, nadie exigía a las recientes madres que tras el nacimiento de un hijo corrieran al gimnasio o se pusieran a dieta para recuperar rápidamente sus formas anteriores.
6. Blanqueamiento dental
Muchos de los que recuerdan la odontología de antaño no olvidarán pronto cómo se trataban los dientes en aquella época: el zumbido del taladro, la ausencia de anestesia y los empastes metálicos hechos para durar siglos. En aquella época ni siquiera se pensaba en el aspecto estético de la cuestión.
Ahora, cuando el nivel de los procedimientos dentales se ha multiplicado varias veces, la gente no solo piensa en la salud, sino también en la belleza de los dientes. La tendencia a lucir una sonrisa blanca como la nieve surgió tras la aparición de las estrellas de Hollywood en las pantallas. Hoy en día, unos dientes rectos y blancos se consideran parte obligatoria de la imagen de una mujer atractiva.
7. Pedicura
“Unos pies bien cuidados no son menos importantes que la delgadez”, nos dictan los cánones de belleza actuales. Hoy en día, los requisitos para el aspecto de los pies son los mismos que para las manos: piel aterciopelada, uñas bien formadas y revestimiento de alta calidad. Afortunadamente, la oferta de técnicas de pedicura es amplia: desde la clásica (recorte) hasta la de aparatos y el ácido.
En condiciones de escasez, todo era mucho más sencillo: la piel áspera se eliminaba con un trozo de piedra pómez, y las uñas se moldeaban prolijamente con pinzas y tijeras. La paleta de barnices tampoco era tan rica como ahora. Entonces no había una gran demanda de servicios de pedicura, por lo que la actitud ante el estado de los pies de las mujeres era mucho más democrática.