Cómo engañar a las hormonas que causan la obesidad
Además del trabajo sedentario y los dulces, las hormonas también pueden ser responsables del aumento de peso. Si has estado a dieta de proteínas durante más de un mes (comiste solo carne y te olvidaste de los carbohidratos), y tu peso se mantiene sin cambios o incluso aumentó, puede ser por la causa de estrógeno, ya que, con el exceso de esta hormona, debes reducir al mínimo la cantidad de alimentos que contengan proteínas.
En Genial.guru hemos elaborado el expediente completo sobre las hormonas que pueden convertirse en un obstáculo en el camino hacia un cuerpo de ensueño.
1. Exceso de estrógeno
Con el aumento del nivel de estrógeno, aumentas de peso independientemente de la cantidad de alimentos consumidos. Además, los kilos adicionales se acumulan principalmente en los muslos. El ciclo menstrual se vuelve irregular, a lo que se suman dolores de cabeza y emotividad excesiva. Con menos frecuencia, el exceso de estrógeno causa la caída del cabello y deterioro de la memoria y el sueño.
A la acumulación de estrógeno contribuye la carne producida en condiciones industriales con el uso de hormonas de crecimiento. Las sustancias similares al estrógeno también se utilizan en la fabricación de recipientes de plástico y productos químicos para el hogar.
- Para eliminar el estrógeno “extra” del cuerpo, consume menos carne y reemplázala con vegetales. Las fibras gruesas y el gluten contribuyen a la eliminación de la hormona del cuerpo. La linaza, la avena, las manzanas y las peras reducen los efectos negativos del exceso de estrógeno en el organismo. El aceite esencial de romero ayuda a restablecer el equilibrio hormonal y mejora la memoria.
2. Deficiencia de serotonina
En muchos casos, la causa principal de la depresión y mal humor es la falta aguda de serotonina. Además, por la falta de esta hormona cambian las preferencias alimentarias de las personas. Si quieres comer una tonelada de chocolate en una sola sesión, y en tus sueños ves una montaña de papas fritas, entonces tu cuerpo simplemente grita sobre la falta de la “hormona de la alegría”.
- Las fuentes naturales de serotonina son los huevos, las nueces y las piñas. Por cierto, las piñas también contienen bromelina, una enzima que, entre otras cosas, combate el edema. El ejercicio ligero y la exposición al sol también aumentan los niveles de serotonina.
3. Exceso de ghrelina
La ghrelina es la hormona que controla tu sensación de hambre. Es muy vengativa: incluso un año después del final de una dieta baja en calorías, su nivel será elevado (el cuerpo ahorrará grasa “en reserva”). Debido a la ghrelina, para nosotros es mucho más fácil perder peso que mantenerlo.
- Esta hormona es fácil de engañar. Para hacer esto tienes que comer alimentos que estiren las paredes del estómago: verduras, frutas, granos enteros y semillas. Esta comida provoca la reacción hormonal y te sientes lleno. Elimina el azúcar y los alimentos procesados de la dieta: son altos en calorías, pero cuando comes estos alimentos, el nivel de ghrelina sigue siendo el mismo, y después de comer un bollo pronto volverás a sentir hambre.
- El sueño y la falta de estrés son los mejores ayudantes para combatir los altos niveles de ghrelina. Después de 6 a 8 horas de sueño, la concentración de esta hormona en la sangre disminuye. Advertimos: no te dejes llevar por la disminución excesiva del nivel de ghrelina ya que es perjudicial para tu salud, debido a que es importante para la actividad cognitiva y afecta las capacidades intelectuales.
4. Exceso de neuropéptido Y
Si sufres el aumento de la concentración de neuropéptido Y en la sangre te verás afectada por un apetito brutal. Esta hormona es la culpable no solo del aumento de peso, sino de la verdadera obesidad clínica.
Por el exceso del neuropéptido Y la grasa se acumula en la zona lumbar, muslos y glúteos, aparecen estrías. Además, el cuerpo experimenta verdaderas tormentas emocionales: se producen ansiedad, irritabilidad y dolores de cabeza. Entre otras cosas, se nota aumento de la sudoración, aparecen manchas pigmentarias, aumenta la presión arterial.
- Evita los alimentos ricos en azúcar. Las especias también están contraindicadas ya que aumentan el apetito.
5. Exceso de prolactina
El exceso de prolactina provoca un aumento de peso significativo. En las mujeres, además, aparece vello en todo el cuerpo, es probable la aparición de bigotes y se observan irregularidades en el ciclo menstrual. En los hombres, el exceso de prolactina provoca el aumento de las glándulas mamarias. Si aparecen estos síntomas, debes consultar al médico de inmediato: un nivel elevado de prolactina puede ser el síntoma de un tumor hipofisario: prolactinoma.
- Por supuesto, como cualquier otro desequilibrio hormonal, el aumento de los niveles de prolactina requiere ante todo una intervención médica. Sin embargo, hay productos que reducen la producción de prolactina. Presta atención al ginseng y al ginkgo biloba, estos remedios naturales ayudan a normalizar las hormonas.
6. Deficiencia de glucagón
El glucagón reduce el apetito y promueve la digestión de la grasa. El nivel de esta hormona disminuye después de experimentar estrés, de ahí el deseo de atiborrarse de comida para tapar los problemas. Sin embargo, a menudo la falta de glucagón es un síntoma de las enfermedades de los riñones, el hígado y el páncreas.
- Para aumentar el nivel de glucagón es necesario abandonar la alimentación fraccionada. Con pausas prolongadas entre comidas (¡sin abstinencia total de comida!), la hormona comenzará a digerir las reservas de grasa del cuerpo. También serán útiles los ejercicios físicos: después de un entrenamiento de 30 minutos, aumenta la concentración de la hormona en la sangre.
7. Deficiencia de adrenalina
La adrenalina (epinefrina) acelera los procesos metabólicos y quema la grasa. En primer lugar, la epinefrina es una emoción que surge en circunstancias extremas. Si hace mucho tiempo no te has preocupado por nada, probablemente sea la hora de añadir un poco de aventura en tu vida. Y al mismo tiempo perder peso.
- Deberías saber que, con la nutrición normal, la adrenalina nunca tendrá un efecto de quema de grasa. Pero si reduces la ingesta de carbohidratos (pan blanco, maíz, arroz, zanahorias hervidas), la adrenalina junto con la hormona somatotropina comenzará a digerir la grasa subcutánea. Los videojuegos, las películas de terror, los parques de atracciones e incluso la actuación ante un público pueden provocar una descarga de adrenalina. Agrega a esta dieta una restricción de carbohidratos rápidos y te volverás notablemente más delgada.
8. Exceso de testosterona
La testosterona se considera una hormona masculina, pero también desempeña un papel importante en el cuerpo femenino. El exceso de esta hormona en las mujeres contribuye al aumento de peso, y la grasa se deposita en el tercio superior del cuerpo, en los brazos, el pecho y el cuello.
- Puedes disminuir los niveles de testosterona con remedios naturales. Los fitoestrógenos que te servirán de ayuda son soja, café y cereales. Reemplaza los dulces refinados con dátiles, manzanas dulces y albaricoques: reducen la producción de hormonas androgénicas.
9. Deficiencia de adiponectina
El exceso de peso a menudo indica la deficiencia de adiponectina, en este caso, toda la grasa se acumula en la parte inferior del abdomen. Si te han diagnosticado diabetes tipo 2, lo más probable es que tu nivel de adiponectina sea demasiado bajo.
Los expertos creen que, tarde o temprano, la obesidad y otros trastornos metabólicos pueden tratarse con inyecciones de adiponectina: causan pérdida de peso y no tienen efecto sobre el apetito.
- No subestimes la actividad física. El mejor ejercicio para producir adiponectina es caminar. Se recomiendan 8-10 mil pasos diarios. También hay un producto “milagro” que regula el nivel de esta hormona en la sangre, y estos son los pistachos comunes. Y, si reemplazas los carbohidratos en tu dieta con ácidos grasos monoinsaturados (aguacates, aceitunas, aceite de oliva), la grasa se quemará sin esfuerzo adicional.
La información presentada en este artículo es para fines informativos, los consejos deben considerarse como auxiliares. Si sospechas problemas hormonales, consulta a un médico: solo un especialista calificado podrá hacer un diagnóstico preciso.