16 Razones por las cuales debemos escuchar a los expertos en cocina segura

Hogar
hace 1 año

La bromatología se define como el estudio de los alimentos en sus diferentes áreas, como la producción, el almacenamiento, su manipulación, etcétera. Muchas veces, pasamos por alto medidas de seguridad que resultan muy importantes en la cocina. Dejando de lado las más famosas, existen muchas otras que desconocemos y se convierten en pequeños errores que cometemos cotidianamente.

En Genial.guru nos interesa que conozcas 16 consejos de los expertos en bromatología para que cocines en un ambiente seguro y cuides tu salud y la de la gente que amas. Al final, compartimos un bono en el que desmentimos algunos mitos.

1. No refrigeres la fruta cortada

Por lo general, cuando cortamos fruta, la manipulamos por demás. Utilizamos diferentes utensilios, una mesa o una tabla para apoyarnos y también nuestras manos. En cualquiera de estas circunstancias, podría haber microorganismos nocivos para la salud que pueden terminar en el alimento. Por otra parte, cuando la rebanamos, la fruta sufre determinados cambios químicos que la vuelven más propensa a la contaminación.


2. Conoce la ubicación correcta de los alimentos en las heladeras

Puesto que el frío desciende y el calor asciende, se aconseja organizar los alimentos dentro del refrigerador de la siguiente manera (de abajo hacia arriba): en la parte inferior, las frutas y verduras; luego las carnes crudas, la leche y las sobras; y en los pisos más altos, los quesos y embutidos.
No es buena idea colocar aderezos o huevos en la puerta; mejor, las mermeladas.

3. Qué se puede congelar

Muchos creemos que toda la comida se puede congelar. Las verduras que se comen crudas, los champiñones o las bayas resisten menos la congelación. Tampoco debes congelar los alimentos con alto contenido de grasa, como lácteos y algunas salsas, ya que tienden a cortarse. Nunca debemos congelar alimentos que no se hayan enfriado anteriormente, ya que esto generaría un cambio brusco en la temperatura que afectaría su calidad.

4. Descongela los alimentos poco a poco

Hay varias formas de descongelar un alimento. Se sugiere planificar la acción y descongelarlo en la heladera 24 horas antes de usarlo. Si lo hacemos con ayuda del horno de microondas, se puede modificar la calidad de lo que comemos. No se recomienda descongelar los alimentos utilizando agua, ya que puede provocar salpicaduras y contaminar las superficies. Nunca hay que olvidar que no se deben volver a congelar los productos una vez que se hayan descongelado.

5. Conoce la forma correcta de conservar los frutos secos

Hay dos formas de almacenar los frutos secos. Puedes guardarlos a temperatura ambiente o refrigerarlos en bolsas herméticas (aunque no es lo más recomendable). Deben ser lugares frescos, oscuros y secos, ya que se busca el menor contacto posible con el aire. La conservación inadecuada puede ocasionar cambios en sus características, como el sabor, el olor y el color.

6. Sobre los envases Tetrapak

Hay diferentes tipos de envases Tetrapak según el alimento. Protegen la comida de la luz, el aire, el agua y los microorganismos. Una vez abierto el envase, se rompe dicha protección y es necesario colocarlo en la heladera. Se puede guardar el sobrante de estos alimentos, pero siempre debemos hacerlo en otro recipiente y deshacernos del Tetrapak.

7. Cosas que hay que tener en cuenta con los huevos

No debes dejarlos en su maple, ya que tiene restos de suciedad y es una reserva de posibles plagas. Tampoco debes lavarlos, porque eso quitaría la capa protectora natural que previene su descomposición. Aunque no lo parezca, es mejor almacenarlos sucios en recipientes herméticos y de uso exclusivo para huevos. Para saber si están frescos, puedes realizar la prueba de flotación. Si flotan, no están frescos.

8. Verifica el estado de las esponjas que usas

También las esponjas pueden ser una fuente de contaminación. Es importante que las cambies cuando comienzan a agrietarse o a desgranarse, ya que podrían atrapar suciedad que con un poco de humedad permite el crecimiento de microorganismos. Otras señales de que debes cambiar tu esponja son los olores desagradables o los cambios de color.

9. Elige correctamente los frascos y enlatados

La hojalata está revestida con barnices sanitarios, y luego se esteriliza para asegurar que no haya microorganismos. Si tu lata está hinchada, oxidada, abollada o con manchas de derrame, no deberías consumir el producto. Recuerda traspasar los alimentos de la lata a otro recipiente si quieres refrigerarlos. Con respecto a los frascos, debes revisar que estén cerrados al vacío presionando la tapa y verificando que no se hunda.

10. Cómo evitar los hongos en los quesos

Seguramente te ha pasado que encontraste tu queso con algunos hongos. Para que ya no suceda, recomendamos desechar el envase en el que vino y guardar el queso en un recipiente con tapa en la heladera.⁣ Allí, durará aproximadamente 5 días. La exposición por tiempos prolongados a temperatura ambiente hará que el queso fresco dure menos. Se recomienda cortarlo y congelarlo en bolsas bien cerradas.

11. Sobre el lavado de las carnes

Probablemente has enjuagado la carne alguna vez. Se recomienda no hacerlo, debido a que así aumentamos su temperatura y podría ser más riesgosa.⁣ Al lavar el pescado, se esparcen los microorganismos y la humedad perjudica su estado.⁣ Con el pollo, aumenta el riesgo de propagación de bacterias a través de la salpicadura de gotas de agua.⁣ Recuerda que cocinar la carne la vuelve segura.⁣

12. Desecha las tapas de aluminio

Existen envases que cubren su contenido con tapas de papel de aluminio. Una vez abierto, dejar la tapa podría favorecer el desarrollo de bacterias, hongos y levaduras por el contacto entre los restos del alimento y el aire.⁣ Se recomienda retirar esta tapa completamente, desecharla y conservar la tapa plástica.⁣ En caso de que no tenga, conviene traspasar el contenido a un recipiente hermético.⁣

13. No dejes alimentos cocidos a temperatura ambiente

El tiempo y la temperatura son dos factores que favorecen al desarrollo de colonias bacterianas. Por un lado, puede suceder que la cocción no haya eliminado todos los microorganismos; por el otro, si una vez que hemos cocinado algo lo dejamos a temperatura ambiente y además fuera de un recipiente con tapa, comenzarán a depositarse en el alimento bacterias u hongos microscópicos. Luego de transcurrido cierto tiempo, estos organismos se habrán reproducido en gran número y podrían ser peligrosos si los ingerimos. Si no tienes pensado consumir ese plato dentro de las próximas 2 horas, es mejor que lo guardes en el refrigerador tapado una vez que haya perdido calor.

14. Trucos para la limpieza del horno de microondas

Todos sabemos cómo se limpia un microondas, pero compartimos un tip muy útil para quitar la suciedad pegada. Con el electrodoméstico vacío, coloca en el centro del plato giratorio un vaso de agua con jugo de limón o vinagre. Enciende el equipo por 10 minutos a la máxima potencia. Cuando el recipiente se enfríe, lo quitas y pasas un trapo húmedo por el horno.

15. Deshazte de las esponjas metálicas

Comprendemos que a veces la comida queda muy adherida y es difícil de quitar. Pero desde ningún punto de vista deberías acudir a este tipo de esponjas. Suelen desprender fragmentos que pueden contaminar los utensilios, las ollas y los alimentos. Para deshacerte de la suciedad difícil y pegada, se recomienda el clásico remojo con detergente y agua caliente.

16. Agrupa la fruta según su maduración

No todos los frutos maduran de igual manera, por lo que recomendamos almacenar las frutas según su tipo de maduración. Esta puede ser no climatérica (maduran en la planta antes de su cosecha) o climatérica (pueden continuar madurando fuera de la planta luego de ser cosechadas). La cereza, el pepino, la uva, los cítricos y el ananá pertenecen al primer grupo. En el segundo se encuentran la manzana, la banana, el melón, el tomate y la palta.

Bono: Desmintiendo mitos

  • “La cera que le ponen a la cáscara de manzana es tóxica”.
    El encerado es para mejorar el aspecto externo del fruto dándole brillo, con el fin de reemplazar la cera natural eliminada en el lavado y reducir la deshidratación.⁣⁣⁣⁣⁣⁣⁣⁣ Es comestible y se encuentra autorizada para su consumo.
  • “Debemos desechar las papas verdes”.
    Al estar expuestas a la luz del sol, las papas producen naturalmente clorofila en su superficie y se vuelven verdes. No es necesario tirarlas a la basura, pero sí hay que retirar los brotes, las cáscaras y todas las partes de color verde para no consumir su solanina.
  • “Se me venció el chocolate, porque se llenó de manchas blancas”.
    Se trata del efecto fat bloom, y puede consumirse sin problemas, ya que solo se produce un cambio de apariencia, textura y sabor. Como sabemos, el chocolate contiene manteca de cacao, y cuando sus cristales internos se funden y se separan de los demás ingredientes, migran hacia la superficie, se solidifican de nuevo y aparecen esas manchas blanquecinas.
  • “Todas las aguas son iguales”.
    Existen distintos tipos. El agua de mesa envasada está potabilizada y proviene de un abastecimiento público. La mineral natural es de origen subterráneo, de un yacimiento que no tiene contacto con aguas superficiales y proveniente de una fuente natural o producida por perforación. El agua mineralizada artificialmente es agua potable adicionada con minerales de uso permitido, no es agua mineral.

Ya compartimos la palabra de los expertos y de la ciencia, ahora queremos saber sobre ti. ¿Cuáles son las medidas de protección que tomas desde que comenzaste a cocinar? ¿Quién te las enseñó y cuál te parece más importante?

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