Visité 70 países y descubrí qué objetos no hace falta llevar en un viaje (y qué 20 cosas sí son imprescindibles)

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hace 4 años

Hola a todos. Mi nombre es Pável, y, en los últimos 10 años, conocí 70 países distintos. Durante ese tiempo aprendí qué cosas son útiles cuando vas de visita a una ciudad diferente de la tuya, y cuáles suponen solo una carga adicional e innecesaria que deberías dejar en casa.

Especialmente para los lectores de Genial.guru, hoy contaré cómo se puede viajar a la ligera, con comodidad, y cuántas cosas realmente necesitas para visitar cualquier parte del mundo.

Cómo empezó todo

Mi camino hacia los viajes por cuenta propia comenzó con una enorme maleta con ruedas, un montón de guías, mapas en papel y muchas cosas pequeñas que llevaba conmigo por si acaso.

Y qué catástrofe fue mi primera experiencia utilizando los servicios de bajo costo de Ryanair, cuando simplemente me vi obligado a tirar algunas pertenencias de mi mochila a una papelera, ya que esta sobrepasaba el límite de peso. Pero el incidente más ridículo ocurrió cuando decidí ir en bicicleta desde Málaga (España) a Turku (Finlandia), sin tener ni la más remota idea de cuál era el recorrido que debía realizar.

Tenía una mochila enorme de 30 kilos sobre mi espalda y 5 000 km por delante. Pero las cosas no salieron según lo planeado desde el primer día. Al principio, casi me corté un dedo con un cuchillo mientras montaba una bicicleta que se había roto durante el vuelo. En el primer kilómetro, rompí el espejo del manillar, y luego mi teléfono inteligente con el navegador se cayó de su soporte y fue aplastado por un camión.

Pero lo más importante de todo fue que mi mochila pesada me tiraba tanto de los hombros que, al final de mi primer día de viaje, algún nervio se apretó y mis dedos se quedaron fijos en la forma de agarrar el manillar, ¡no podía estirarlos! A la mañana siguiente, sin ningún remordimiento, tiré la mitad de las cosas de mi equipaje a un contenedor de basura y comencé a apuntar cuáles eran los artículos que realmente debía tener conmigo lejos de casa.

Necesite 10 años y recorrer unos 230 000 km alrededor del mundo para crear una lista definitiva y verificar su validez. Esta solo contiene 20 artículos, cosas que, juntas, no pesan más de 5 kilos, y caben fácilmente en una mochila pequeña.

20. Una pequeña bandolera, en lugar de una riñonera

Si no quieres aparentar ser un turista típico, no lleves una riñonera a un viaje. Con ella, no siempre es cómodo estar sentado, especialmente si vas a pasar largas horas en un avión. La mejor alternativa es un bolso, tipo bandolera, del tamaño de la mitad de un folio A4. Todos tus dispositivos electrónicos, documentos y dinero en efectivo pueden caber fácilmente en él.

Si estás muy preocupado por la seguridad de tu dinero, entonces puedes meterlo debajo de la plantilla de los zapatos o dentro de la visera de una gorra. Pero haz esto solo después de pasar el control de seguridad en el aeropuerto, para que los agentes no piensen que les estás ocultando a ellos tus objetos de valor.

19. Cubrezapatos, en lugar de sandalias

A veces, el tema de la higiene durante un viaje suele ser bastante peliagudo. En hoteles y hostales no todo es como parece y como muestran las fotos en las páginas de reservación: las duchas y los baños pueden estar bastante sucios.

Para no cargar contigo unas sandalias húmedas y pesadas, puedes llevar unos cuantos pares de cubrezapatos de plástico. Son cómodos para tomar una ducha, y no da pena tirarlos después de usarlos. También puedes utilizarlos como calcetines si se te mojaron tus zapatos (como una opción de emergencia por un par de horas).

En cuanto a la playa, allí, en lugar de sandalias y otras zapatillas abiertas, es más seguro llevar zapatillas surferas. Puedes bañarte con ellas sin temor a pisar accidentalmente una piedra afilada, un erizo de mar o algún tipo de basura, y también las puedes llevar como un par de zapatos adicional para recorrer distancias cortas.

18. Tapones para los oídos, en lugar de un cojín para el cuello

Si quieres dormir en un avión o en un autobús, los tapones para los oídos te serán mucho más útiles (es bueno llevar varios pares y con cordones, ya que tienden a perderse). Yo los uso para bloquear el zumbido pesado del motor y el ruido de las voces de los pasajeros demasiado comunicativos.

Por muy sofisticado que sea tu cojín de viaje, no te quedarás dormido con él si no eliges el asiento correcto. En el avión y el autobús tendrás la oportunidad de dormir solo en la ventana, ya que allí hay un poco más de espacio para maniobrar que en los asientos adyacentes. Y es mejor elaborar, usando un suéter o una bufanda, un cojín con la forma rectangular habitual.

17. Líquido antiséptico, en lugar de toallitas húmedas

Si estás acostumbrado a vigilar tu higiene durante una visita a un país extranjero, es posible que hayas pasado por una situación en la que no había sitio para tirar las toallitas húmedas tras usarlas. Las metes en tu bolso, se te olvida deshacerte de ellas y, como resultado, tu pasaporte se empapa accidentalmente y todos los sellos de las fronteras se difuminan un poco.

En cualquier caso, es más efectivo utilizar gel sanitario para las manos a la hora de desinfectarte. También puede ser útil para higienizar los pies, ya que, en un viaje, caminarás más de lo habitual.

16. Servilletas, en lugar de una toalla

En algunos países fuera de Europa, la situación con el papel higiénico y las servilletas puede ser complicada. Por eso es bueno llevar un par de envases de servilletas o un rollo de papel sanitario contigo. Si es necesario, podrás comprar más unidades de estas cosas en tu destino.

Una toalla ocupa mucho espacio, tarda más en secarse, y se puede pedir en cualquier hotel decente e incluso en un albergue. Además, será más higiénico limpiar tu rostro con servilletas de papel que con un trozo de tela.

15. Monedas, en lugar de recuerdos

“Una moneda de mi nuevo amigo. Me dijo que no podría comprarme absolutamente nada cuando fuera a Rusia. Él quería usarla para pedir un deseo, pero, en lugar de eso, me la dio a mí. Era todo lo que llevaba con él. Creo que lo más importante es el detalle”.

Una vez, me tocó ir en un autobús con una mexicana muy encantadora. Entablamos una conversación e intercambiamos nuestros contactos. Quise darle algún recuerdo, pero en mi cartera solo tenía 50 copecas (nota de Genial.guru: 50 copecas = 0,01 USD). Le dije que era una moneda de la buena suerte. Estaba tan contenta y sorprendida que incluso decidió escribir sobre ese regalo “generoso” en su cuenta de Instagram. Ese es el poder de 50 copecas a miles de kilómetros de Rusia.

Por muy extraño que suene, lleva algunas monedas pequeñas contigo para el viaje. En primer lugar, te será fácil desprenderte de ellas en diferentes sitios turísticos para pedir un deseo o seguir alguna superstición local. También serán un gran recuerdo para cualquier extranjero que conozcas durante tu viaje.

14. Lentes con nivel de protección S4

Al elegir lentes de sol, opta no por la belleza de la montura, sino por su elevado nivel de protección solar. Es mejor comprar este accesorio útil con un grado de protección UV 400, o S4. Los lentes te serán útiles incluso en invierno, ya que el Sol se refleja fuertemente en la nieve, y tus ojos lo percibirán de inmediato. También puedes llevar contigo 2 pares: uno hermoso para tomarte fotos, y otro menos sofisticado, pero con un alto nivel de protección contra los rayos UV.

13. Un pantalón de mezclilla viejo y cómodo, en lugar de una docena que estén de moda

Los pantalones de mezclilla son la vestimenta más práctica en un viaje, pero no hace falta llevar varios para cambiarlos a diario. Será suficiente con un solo par. Puedes llevar un pantalón viejo, un poco desgarrado, el cual no te dé pena tirar para comprarte uno nuevo. Los tonos oscuros de azul son los más prácticos. Y es mejor prescindir de elementos decorativos y agujeros en los jeans, porque, en algunos lugares turísticos, no está permitida la entrada con ellos.

Si realizas un viaje en busca de “Me gusta” y centenares de fotos con diferentes vestuarios, entonces, antes de tratar de meter todo tu armario en una maleta pequeña, elabora una lista de los lugares que te gustaría visitar. Ahora ya sabes cuántos atuendos necesitarás (es mejor colocarlos sobre el suelo para verlos con mayor claridad).

Antes de empezar a saltar sobre tu maleta, rompiendo la cremallera al intentar cerrarla, consulta el pronóstico del tiempo, ya que este puede interrumpir tus planes creativos para las sesiones de fotos. Después de hacer una enmienda a las condiciones climatológicas, siéntete libre de dejar en casa exactamente la mitad de la ropa que pensabas llevar contigo.

12. Ropa interior deportiva, en lugar de marcas de moda

Recuerda que, durante el viaje, te moverás mucho. Eso significa que sudarás, y todas las prendas hermosas, estrechas y elegantes que llevaste contigo muy pronto comenzarán a provocar rozaduras. También debes pensar acerca de cómo y en dónde lavarás tu ropa interior, ya que un conjunto de calzoncillos para todos los días ocupará la mitad de tu mochila, aun siendo estos del tamaño mini y micro.

Es mejor comprar de antemano ropa interior deportiva (esta también puede ser hermosa y, lo que es más importante, cómoda). Además, es fácil de lavar, y se seca en tan solo una noche, incluso sin un radiador cerca.

11. Calcetines para tirar

En cuanto a los calcetines, hace falta llevar muchos, por lo que deberías optar por los más viejos, esos de los que querías deshacerte hace tiempo. Desafortunadamente, esta prenda de vestir, por lo general, tarda mucho en secarse, incluso bajo un cálido Sol español (los sequé directamente en la mochila durante una caminata larga). Por eso, a veces es más fácil tirarlos y comprar nuevos (ya que este no es el elemento más costoso del mundo). Es mejor optar por calcetines tobilleros, ya que ocupan menos espacio.

Es más conveniente clasificar toda la ropa por categorías, o por días, y después meterla en bolsas herméticas. De esta manera, las prendas no se mojarán y ocuparán menos espacio. Y, en el control de seguridad del aeropuerto, no tendrás que volcar todo y luego recoger el contenido de tu mochila si las prendas están cuidadosamente organizadas en bolsas.

10. Pantalones cortos o deportivos

Los pantalones cortos pueden ser necesarios no solo en la playa, sino también como una alternativa al pijama, especialmente si te alojas como invitado en una casa particular o en un albergue lleno de gente en donde no puedas andar en ropa interior. Los pantalones deportivos, como prenda de repuesto, o como ropa adicional de abrigo, también son muy útiles.

9. Chaqueta con capucha, en lugar de un paraguas

Una chaqueta ligera siempre te será útil, incluso si viajas a países cálidos. En el avión puedes usarla como una manta o una almohada, y te protegerá de la lluvia de una manera más segura que un paraguas pesado, que constantemente se deforma por el viento. Es mejor elegir chaquetas impermeables y resistentes al viento, las cuales son las preferidas de los navegantes profesionales. Estas protegen casi de cualquier inclemencia meteorológica.

8. Prendas sintéticas, en lugar de las de algodón

Nuevamente, debido a su practicidad y por ser compacta, es mejor empacar ropa sintética. Absorbe menos la humedad y los olores desagradables, se seca más rápido y no acaba muy arrugada. Para que las camisetas y los suéteres ocupen menos espacio, es mejor enrollarlos y sujetar con gomas elásticas de oficina.

Si vas a un lugar en donde siempre brilla el Sol, presta atención a las prendas con protección UV. Por ejemplo, las puedes ver en surfistas que pasan mucho tiempo en el agua bajo un Sol abrasador.

7. Una tarjeta bancaria antigua y una copia escaneada del pasaporte

Antes de emprender un viaje, envía las copias escaneadas de tu pasaporte, seguro de viaje y otros documentos importantes a tu correo electrónico. Si pierdes algo de eso, así tendrás acceso a estos papeles. En cuanto a las tarjetas bancarias, es mejor llevar dos: una caducada en tu cartera (la cual utilizarás, por ejemplo, para probar el funcionamiento de un cajero automático desconocido. A veces, se puede acceder al edificio del banco solo tras pasar la cinta magnética de tu tarjeta bancaria. Para esto, también es mejor utilizar una tarjeta antigua), y una actual, en la que debes apuntar un PIN incorrecto (o varios). Borra el código de seguridad de 3 dígitos en el reverso. Pero primero, memorízalo. Si tu tarjeta cae en manos equivocadas, los estafadores intentarán introducir el código incorrecto y, después de varios intentos, el cajero automático simplemente se tragará la tarjeta.

6. Un candado

Un turista experimentado siempre lleva consigo un candado. A menudo, este hace falta en los hostales, en donde solo pueden proporcionarte un casillero, mientras que por un candado debes pagar por separado. Puedes cerrar tu mochila con este para que nadie pueda abrirla por detrás durante una caminata. Y, también, cuando viajes en autobús o en tren. En estos casos es mejor sujetar la mochila o el bolso al asiento para que nadie se lo lleve.

5. Copos de avena, en lugar de bocadillos

Si planeas llevar algo de comida contigo para el viaje, no te limites a bocadillos y dulces. Los copos de avena o cualquier otro cereal instantáneo serán geniales si repentinamente te invade el hambre. Y, además, te ayudarán a mantener la sensación de saciedad durante más tiempo. Puedes pedir agua hirviendo, tanto durante un vuelo de bajo costo como en cualquier McDonald’s.

4. Productos de higiene en envases especiales

Todo el mundo sabe que al avión no puedes subir envases con líquidos que superen 100 ml, pero algunas aerolíneas (especialmente las de bajo costo) tienen una regla adicional. Todos los recipientes con líquidos (por cierto, el servicio de control también incluye en este grupo a los desodorantes sólidos) deben caber en una pequeña bolsa transparente que estas compañías te entregan.

Por lo tanto, antes de viajar, comprueba el volumen total de todos los productos de higiene que necesitas. Y, para no llevar docenas de frascos y envases, puedes llenar pajillas con la cantidad necesaria de crema u otro producto y cubrirlas con cinta adhesiva por ambos extremos. Durante el viaje, puedes utilizarlas al igual que los tubos de pasta dental, exprimiendo la cantidad necesaria. Para no perderte en tu arsenal, sobre cada pajilla (será mejor si usas de colores diferentes) puedes apuntar el nombre del contenido con un rotulador.

3. Un botiquín de primeros auxilios, en lugar de todo un arsenal de medicamentos

Antes de preparar tu botiquín de primeros auxilios, recuerda que no todos los países permiten importar medicamentos sin receta médica, y algunas sustancias incluso están completamente prohibidas. Por lo tanto, primero lee las reglas de las diferentes aduanas.

En lugar de un apósito adhesivo sanitario, puedes llevar una cinta adhesiva médica ancha: protegerá mejor las ampollas y no se te caerá. Un remedio que alivia las picaduras de insectos no sobrará si viajas a países tropicales.

Con respecto al repelente contra mosquitos, lo mejor siempre será comprarlo al llegar a tu destino. Aquel remedio que estás acostumbrado a utilizar en tu país de origen puede simplemente no funcionar contra otras variedades de insectos. Y, por supuesto, un remedio para tratar las quemaduras siempre será útil, sin importar cuán cuidadosamente te apliques bloqueador solar.

2. Adaptadores

Una de las cosas más útiles durante un viaje son los aparatos multicontactos para las tomas de corriente. En el aeropuerto, albergue y otros lugares puede haber todo un grupo completo de personas dispuestas a usar un solo enchufe. Si llevas contigo un multicontactos siempre podrás cargar tu dispositivo electrónico, incluso si alguien ya ocupó el enchufe antes que tú. Estudia de antemano el tipo de tomas de corriente y el voltaje que se utiliza en el país al que vas. Es mejor comprar un adaptador con anticipación para no tener que correr a buscarlo en el momento más crítico.

1. Teléfono con una batería de gran capacidad, en lugar de una batería externa

Antes de emprender tu viaje, transfiere todas las fotos e información importante de tu teléfono a un almacenamiento virtual o a un pen drive, así como también apunta el número IMEI de tu dispositivo y establece una contraseña para protegerlo en caso de robo o pérdida.

Recuerda que vas a hacer un viaje para ver algo nuevo, para comunicarte con personas interesantes y para sumergirte en la cultura de otro país. Por lo tanto, no debes pensar que podrás constantemente navegar por las redes sociales y disfrutar viendo videos. Solo necesitarás tu teléfono para usarlo como navegador y tomar fotos. Realizando estas funciones, la capacidad de la batería debería alcanzar para todo el día.

No vale la pena comprar una tarjeta SIM local con Internet ilimitado, ya que puedes utilizar la conexión wifi gratuita en todos los hoteles y hostales, así como en aeropuertos, centros comerciales, restaurantes de comida rápida e incluso en el transporte público.

Pero ten cuidado y no te conectes a las redes desconocidas que dicen “wifi gratis”, ya que eso puede ser peligroso. El nombre de la red debe corresponder al del aeropuerto, hotel o restaurante.

Por cierto, no vale la pena gastar dinero en tarjetas SIM, llevar contigo una batería externa (que algunas compañías aéreas incluso prohíben llevar) y preocuparte de que la batería de tu dispositivo se agote en el momento más inoportuno. Hace unos 15 años, todo el mundo se las arreglaba bien viajando sin teléfonos inteligentes, y las personas obtenían aventuras muy impresionantes.

¿Qué cosas necesitas llevar obligatoriamente a un viaje? ¿Cuáles no te parecen tan imprescindibles? Cuéntanos en los comentarios.

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