11 Señales de que tu perro está estresado que podrías no ver

Curiosidades
hace 7 meses

Las personas caminan por el mismo lugar cuando están estresadas, y los perros también. ¿Alguna vez viste que tu perro daba vueltas por la sala del veterinario mientras esperaban su turno? Es una señal de estrés. El camino de tu amigo peludo suele repetirse y repetirse. Una vez que tu perro ha sido examinado, normalmente sacude el cuerpo. En cierto sentido, tu mascota literalmente está sacudiéndose el estrés.

Los perros son más propensos a perder pelo cuando se sienten ansiosos. Afuera podría resultarte más difícil notar todo el pelo que tu mascota deja atrás, pero en la mesa del veterinario se vuelve bastante obvio. Es probable que tu perro jadee después de un largo paseo en un día caluroso, pero esto también puede ser producto de otras cosas. Puede que respire agitado porque está feliz de verte, o después de haber hecho ejercicio, incluso si la temperatura de afuera es cómoda. Pero, si no sabes por qué lo está haciendo, hay buenas chances de que esté estresado.

Si algo asusta a tu perrito, es posible que corra y se esconda detrás de ti. Hasta podría empujarte para que te muevas más rápido. Está haciendo esto porque se siente ansioso y quiere alejarse de la fuente de incomodidad lo más rápido posible. Es tu primer día en el trabajo y, lamentablemente, tendrás que dejar a Rex en casa. Es muy joven y nunca ha pasado la tarde solo, pero es un buen chico y no suele hacer ruido. Sin embargo, en cuanto sales, se da cuenta de que no hay nadie con él. No está acostumbrado a esto. Además, hay trabajadores de construcción afuera, ¡ruidos aterradores por todas partes!

Rex reacciona y mastica tus zapatos, cosa que le ayuda a distraerse. Al llegar a casa, te encuentras con una sorpresa nada agradable. No te enfades con él; después de todo, no sabía si planeabas regresar o no. Por cierto, ¿eso de dar vueltas por el lugar? También podría hacerlo durante una tormenta. Es probable que también lo veas con la cola entre las patas y el cuerpo rígido. Hasta podría cambiar su postura y que caminar como agachado, una clara señal de que no se siente al 100 %. En una situación normal distribuye el peso en sus cuatro patas.

Ahora, supongamos que llevas a un amigo a casa y que Rex también está ahí. Tu amigo no es muy amante de los perros; te das cuenta porque se pone nervioso cada vez que tu mascota se acerca. Rex es lo suficientemente listo como para darse cuenta, así que tampoco se siente cómodo cerca de tu amigo. Huele un poco para acostumbrarse a los nuevos olores y después se aleja. No los obligues a interactuar, deja que la distancia haga lo suyo. Has decidido mudarte, Rex tendrá un nuevo hogar. Es algo emocionante, pero también estresante. Te das cuenta por la manera en que tu perro no deja de bostezar. Su cola se mueve rápido, así que sabes que no tiene sueño. Pero los bostezos son más amplios de lo normal, lo que indica que es un bostezo por estrés. También es posible que babee y se lama mucho los labios.

Los perros son animales muy vocales. Adoran ladrar, pero ladran aún más cuando están estresados; por ejemplo, cuando creen que alguien intenta entrar a la casa. Los ladridos mezclados con un poco de lloriqueo indican que tu perro intenta llamar tu atención, o que está intentando tranquilizarse. Los hocicos de los perros son muy expresivos. Si notas que sus pupilas están un poco más dilatadas de lo normal y que parpadea más rápido, podría ser por el estrés. A veces, tu perro puede adoptar una expresión muy peculiar, como si estuviera asustado. Las orejas también son un indicador importante a considerar. Si tu amigo está estresado o sobresaltado, sus orejas estarán aplastadas contra su cabeza.

Saliste con tus amigos y todos llevaron sus perros. Rex suele ser dulce y tranquilo, pero hoy se muestra agresivo. Eso revela que no se siente cómodo en ese lugar. No para de enseñar los dientes y gruñir. Los perros pueden comportarse de esta manera cuando están estresados por otras personas o animales. Para ayudarlo a calmarse, aléjate de la fuente del estrés. Ve a un lugar tranquilo donde estén solo ustedes dos, pero no intentes calmarlo de inmediato con caricias o golosinas. Dile que se acueste o que te dé la pata. Una vez que haga lo que le dijiste, dale una golosina o una caricia en la cabeza. Esto lo distraerá y lo ayudará a sentirse mejor.

Pero si tu perro siempre se encuentra estresado, será mejor que lo lleves al veterinario para asegurarte de que todo esté bien. También puedes caminar y hacer ejercicio con tu mascota más seguido. Jugar a atrapar objetos es una gran manera de que los dos se relajen. Si no, jueguen con un frisbi. Hasta puedes invitar amigos con los que tu mascota se sienta cómoda. Otra opción es el yoga para perros, también conocido como doga. Qué nombre tan ingenioso. Siéntate con las piernas cruzadas y haz que tu perro apoye las patas sobre tus hombros. Es importante que lo tranquilices y lo acaricies suavemente mientras haces esto. Toma sus patas con cuidado para que quede de pie sobre las dos patas traseras. Lo más importante es que los dos deben estar haciendo una postura de yoga. Después, levántale las patas traseras para que quede de pie sobre las patas delanteras. Así es, perro bocabajo, ¡literalmente! ¡Asegúrate de que esté cómodo en todo momento!

¡Si en lugar de hacer yoga tu perro comienza a jugar, también está bien! Hazlo girar y masajea un poco su abdomen. Mientras lo haces, puedes estirar sus patas con cuidado. No olvides masajear su cabeza y su cuerpo. Cuando te des cuenta, el doga será una de sus actividades favoritas. Si disfrutas de hacer lagartijas, haz que tu perro se suba a tu espalda y haz varias repeticiones. ¡Contacto y entrenamiento a la vez! Tu perro no se sentirá ignorado y estará menos estresado. Pero, si tienes un perro demasiado grande, mejor no lo hagas, o las cosas podrían ponerse feas para tu espalda.

¿Hay un lago cerca de tu casa? ¡Salgan a nadar! Tu amigo peludo será el primero en saltar al agua. Es un buen ejercicio, y no exigirá sus patas tanto como correr. Entrenar a tu perro con frecuencia fortalece la comunicación. A veces, tu mascota podría estar estresada porque no sabe qué está pasando. La estabilidad hará que confíe más en ti y reducirá su ansiedad. Evita llevar a tu perro contigo si sabes que podría estresarse en el lugar al que irán. Por ejemplo, quieres ir al parque (uno de sus lugares favoritos), pero hoy habrá un evento. Tu perro es particularmente sensible a los ruidos fuertes, así que lo mejor será que se quede en casa.

Déjale algunos juguetes para que se distraiga y asegúrate de acariciarlo y decirle que regresarás en un par de horas. No entenderá lo que significan esas palabras, pero disfrutará las caricias y la connotación tranquilizadora de tu voz. Puedes crear un espacio seguro en casa para tu perro. Así, cuando se sienta ansioso, sabrá adónde ir. Este refugio puede ser cualquier cosa; por ejemplo, una cama extra para perros en una esquina especial de tu habitación.

Acurrucarse también hace milagros. Al final de un día estresante, tras haber conocido muchas personas y amigos nuevos, lleva a tu mascota al sofá y deja que se acueste en tus piernas. Puedes masajearle el cuerpo, otro alivio para el estrés. La ansiedad tensa los músculos, y un masaje le ayudará a relajarse. Puedes comenzar por el cuello e ir bajando mientras haces movimientos largos. Mantén una mano sobre tu perro en todo momento para que sepa que estás ahí, y masajéalo con la otra. Con el tiempo, descubrirás cuáles son las zonas en que debes enfocarte.

Las comidas saludables son otra solución. Una nutrición de calidad le dará una vida más feliz y, por lo tanto, menos estrés. Si estás conduciendo con tu perro y él no es fanático de los autos, se pondrá tenso de inmediato. Una gran manera de aliviar la tensión es poner música relajante que resulte efectiva para tu perro. Esto también bloqueará los sonidos aterradores que puedan venir de afuera. Los estudios han demostrado que la música clásica con arpas funciona de maravilla.

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