7 Enfermedades que el ejercicio ayuda a controlar (y hasta a prevenir)

Salud
hace 1 día

Envejecer no significa dejar de moverse. De hecho, mantenerse activo es una de las mejores decisiones que una persona puede tomar por su salud. El ejercicio no solo mejora la calidad de vida general, sino que también desempeña un papel fundamental en la prevención y el manejo de enfermedades que pueden aparecer en nuestra vejez, como la demencia, la osteoartritis y la artritis.

Aquí te explicamos por qué es tan importante moverse y qué tipo de actividad física conviene según la enfermedad.

ESTE CONTENIDO ES SOLO INFORMATIVO Y NO SUSTITUYE EL CONSEJO MÉDICO.
CONSULTA A TU MÉDICO SOBRE TU SALUD Y CUALQUIER CONDICIÓN MÉDICA.

1. Demencia

La demencia implica una disminución progresiva de las funciones cognitivas, como la memoria, el lenguaje y el razonamiento. Aunque no existe una cura definitiva, el ejercicio puede retrasar su aparición y reducir el riesgo de padecerla.

Estudios han demostrado que la actividad física regular favorece la oxigenación del cerebro, estimula la formación de nuevas conexiones neuronales y mejora el estado de ánimo, todo lo cual protege la función cognitiva. Caminar, nadar o bailar son opciones excelentes.

Recomendaciones de ejercicio para prevenir la demencia

Para obtener beneficios reales, lo ideal es realizar ejercicios aeróbicos de intensidad moderada durante al menos 30 minutos, tres veces por semana. Actividades como caminar a paso ligero, andar en bicicleta o nadar son especialmente efectivas.

También se recomienda incluir ejercicios de coordinación y equilibrio, como el tai chi o el yoga, que estimulan el cerebro y ayudan a mantener una buena conexión cuerpo-mente.

2. Osteoartritis

La osteoartritis es una enfermedad degenerativa que afecta el cartílago de las articulaciones. A medida que avanza, puede generar dolor, rigidez y dificultad para moverse.

Aunque pueda parecer contraproducente, mantenerse activo ayuda a conservar el rango de movimiento, fortalece los músculos que rodean las articulaciones y alivia el dolor. No moverse solo empeora los síntomas con el tiempo.

Ejercicios ideales para la osteoartritis

Los ejercicios recomendados son de bajo impacto. Caminar, nadar o estirar suavemente permiten mantener la movilidad sin sobrecargar las articulaciones. También se sugieren ejercicios de fortalecimiento muscular, como levantamiento de pesas ligeras o rutinas con bandas elásticas.

El yoga y el tai chi también son buenas opciones porque combinan estiramiento, equilibrio y fuerza, reduciendo la rigidez y mejorando el control corporal.

3. Artritis

La artritis, caracterizada por la inflamación de las articulaciones, puede generar dolor, hinchazón y dificultad para moverse. Pero el ejercicio moderado puede ser parte del tratamiento. Movilizar las articulaciones mejora la flexibilidad, disminuye la inflamación y fortalece los músculos cercanos, lo que permite mayor estabilidad y reducción del dolor en el día a día.

Ejercicios recomendados para la artritis

Ejercitarse en el agua es ideal para quienes sufren de artritis, ya que el cuerpo pesa menos y hay menor presión sobre las articulaciones. La natación o la gimnasia acuática permiten moverse con libertad y sin dolor.

El yoga también ayuda a aumentar la movilidad y reducir la rigidez. Los ejercicios de fuerza con poco peso son seguros y útiles para ganar estabilidad sin dañar las articulaciones. Para reducir el dolor, cada vez que se termine un ejercicio, puedes aplicar hielo en tus articulaciones durante 20 minutos

4. Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades del corazón son una de las principales causas de muerte en adultos mayores. El sedentarismo es un factor de riesgo clave, pero el ejercicio puede cambiar el panorama.

Actividades como caminar, nadar o pedalear suavemente ayudan a regular la presión arterial, mejorar la circulación y fortalecer el músculo cardíaco. Incluso 30 minutos al día pueden marcar una gran diferencia.

Ejercicio ideal para el corazón

Se recomienda realizar ejercicio aeróbico de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana. Esto no significa correr, sino simplemente moverse al punto de sentir que respiras más fuerte pero aún puedes hablar.

Paseos a pie, clases suaves de baile, bicicleta estática o incluso jardinería activa pueden ser opciones útiles para mantener el corazón fuerte sin poner en riesgo al cuerpo.

5. Osteoporosis

La osteoporosis debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. A medida que se envejece, la pérdida ósea es más común, pero el ejercicio ayuda a ralentizar este proceso.

El movimiento estimula la formación ósea y mejora la coordinación, lo que también ayuda a prevenir caídas. Mantenerse activo es una forma efectiva de proteger la estructura ósea.

Ejercicios recomendados para la osteoporosis

Los ejercicios de resistencia con el propio peso corporal, como caminar, subir escaleras o hacer sentadillas suaves, estimulan la salud ósea. También es útil el entrenamiento con bandas elásticas o pesas livianas.

El equilibrio también es clave. Actividades como yoga o tai chi reducen el riesgo de caídas, mejorando la estabilidad corporal en el día a día.

6. Sarcopenia

La sarcopenia es la pérdida progresiva de masa muscular relacionada con la edad. Esta afección puede afectar la movilidad y aumentar el riesgo de caídas o fracturas.

La buena noticia es que se puede prevenir e incluso revertir con ejercicio, sobre todo con rutinas de fuerza. Más músculo significa más independencia y calidad de vida.

Cómo entrenar para evitar la sarcopenia

Los ejercicios de resistencia son los más eficaces: usar bandas elásticas, levantar pesas pequeñas o incluso hacer ejercicios con el propio peso (como sentadillas o flexiones de brazos en la pared).

Lo ideal es realizar estos ejercicios dos o tres veces por semana, combinándolos con caminatas y estiramientos para mantener el cuerpo fuerte y ágil.

7. Depresión y ansiedad

La salud mental también se ve beneficiada con el ejercicio. Moverse reduce los niveles de estrés, mejora el estado de ánimo y disminuye los síntomas de ansiedad depresión.

Esto ocurre porque el ejercicio estimula la producción de endorfinas y serotonina, sustancias naturales que generan bienestar. Un paseo diario puede cambiar el estado emocional.

Ejercicios que ayudan con la salud emocional

No hace falta hacer rutinas exigentes y muy estrictas. Caminar al aire libre, practicar yoga, bailar o simplemente realizar estiramientos suaves ya son formas de mejorar el ánimo.

La clave es la constancia y encontrar una actividad que se disfrute. Cuando el cuerpo se mueve, la mente también se libera.

El movimiento es vida

El ejercicio es una medicina poderosa para el cuerpo y la mente. Ayuda a prevenir la demencia, mejora la salud de las articulaciones, fortalece los músculos y huesos, protege el corazón y equilibra las emociones. No hay edad para comenzar.

Moverse es vivir con calidad. Con solo unos minutos al día, se puede marcar una diferencia profunda y duradera. La clave es comenzar hoy.

Este artículo es solo informativo. Para cualquier consulta de salud, por favor, dirígete a un profesional.

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas