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¿Sabías que dormir con la televisión encendida es un hábito más común de lo que crees? Según una encuesta, ver la tele forma parte de la rutina nocturna de más del 52% de los adultos. En este artículo exploraremos 10 puntos clave sobre este hábito: desde los beneficios emocionales que brinda hasta los posibles riesgos para tu salud.
Además, te daremos recomendaciones de contenido ideal para dormir, examinaremos diferencias de uso por edad y género, sugeriremos alternativas relajantes, y compartiremos consejos prácticos para minimizar riesgos.
Sigue leyendo y descubre cómo aprovechar lo bueno de dormir con la tele encendida sin sacrificar tu descanso.
Para muchas personas, el suave murmullo del televisor por la noche crea una sensación de compañía y seguridad. Esa comodidad emocional no es poca cosa. La ciencia indica que el ruido de fondo de la TV puede ser relajante e inducir el sueño para algunas personas, y que la familiaridad de tu película favorita es capaz de reducir la ansiedad que te mantiene despierto.
Eso sí, es importante elegir contenido que realmente te genere calma y bienestar emocional. Una película entrañable o una serie que has visto mil veces puede envolverte en una atmósfera positiva y predecible que te da sensación de seguridad.
Aquí es donde la televisión para dormir entra en juego como un posible calmante mental. De hecho, hay investigaciones fascinantes al respecto. Un estudio científico encontró que entrar en mundos ficticios conocidos tiene un efecto restaurador en la mente. Por lo tanto, dormirse viendo una serie familiar puede relajar tu cerebro de manera significativa.
En lugar de acostarte dando vueltas a problemas del trabajo o pendientes de mañana, ver un rato de TV ligera te obliga a enfocar la mente en algo simple y entretenido. Muchas veces, esa distracción es suficiente para que la ansiedad baje las revoluciones. Cuando te das cuenta, tus párpados están más pesados y todas esas preocupaciones se han silenciado.
¿Sabías que el zumbido constante de la televisión puede funcionar como un arrullo para tu cerebro? Muchos que ven la televisión para dormir en realidad no prestan atención al programa; usan el sonido uniforme de fondo como una especie de ruido blanco casero.
Y resulta que la ciencia respalda esta táctica: el ruido blanco se ha demostrado como un efectivo ayuda-sueño en estudios clínicos. Ese shhh tenue de la tele puede enmascarar otros ruidos molestos (como el tráfico lejano o el vecino moviendo muebles) y brindarle a tu mente una señal constante de que es hora de descansar.
La luz azul es conocida por interferir con la producción de melatonina, la hormona que le dice a tu cuerpo que es hora de dormir. Cuando te quedas dormido con la TV encendida, estás exponiendo tus ojos (incluso con párpados cerrados entra algo de luz) a esa iluminación artificial.
Normalmente, cuando cae la noche y hay oscuridad, tus niveles de melatonina suben y te da sueño. Pero la luz de una pantalla cerca de ti puede engañar a tu cerebro haciéndole creer que todavía es de día. Los estudios confirman que la luz emitida por pantallas como la del televisor suprime la melatonina y puede afectar tu calidad de sueño.
Por eso, la intensidad importa, una escena oscura de una película emite menos luz que, digamos, un programa con fondos blancos brillantes. En cualquier caso, la recomendación de expertos es minimizar la luz azul por la noche. Si necesitas esa compañía de la TV, más adelante veremos cómo reducir su impacto (pista: el modo “timer” será tu amigo).
Aunque te quedes dormido relativamente rápido con la televisión, la pregunta clave es, ¿qué tan bien duermes? Los investigadores advierten que el estímulo constante de la pantalla y el sonido puede mantener tu cerebro en estados de sueño más ligeros y restarte tiempo de sueño profundo (REM y de ondas lentas).
Si te has levantado menos descansado, quizás con sensación de haber dormido “por encimita”, es probable que no tengas suficiente sueño profundo, volviéndote propenso a sufrir problemas de salud física y mental. Lo que podría indicar que el TV podría estar pasando factura a la calidad de tu sueño.
Si bien anteriormente mencionamos estudios que hablan de los beneficios de dormir con la TV encendida, también debes tener presente que hay algunos riesgos si lo haces de forma constante.
Por ejemplo, un estudio amplio examinó a 43 000 mujeres de mediana edad durante varios años y encontró que dormir con una televisión encendida se asoció con un 17% más de probabilidad de ganar peso con el tiempo.
No es para entrar en pánico ni tirar la tele por la ventana, pero sí para tomar en serio que tus hábitos de sueño importan mucho en tu salud integral. La buena noticia es que puedes tomar medidas sencillas para mitigar estos riesgos sin renunciar del todo a tu ritual televisivo, como veremos más adelante.
No todos usamos la “televisión para dormir” de la misma manera ni con la misma frecuencia. Los hábitos varían según la edad, el género y hasta el estilo de vida. Por ejemplo, encuestas sugieren que los hombres (43%) tienden un poco más que las mujeres (33%) a desvelarse por ver TV.
Un dato adicional de esa encuesta, más de la mitad de los jóvenes Gen Z (alrededor del 51%) admiten que frecuentemente se pasan de su hora de dormir por seguir viendo contenido. A veces es por hábito o FOMO (miedo a perderse algo), y otras simplemente porque es su forma de relajarse.
Seguramente ya lo intuías, no es lo mismo dormirse con un documental de paisaje con voz suave, que con una película de terror llena de gritos y luces estroboscópicas. Los expertos aconsejan que, si vas a dormir con la TV, escojas cuidadosamente programas familiares y de bajo perfil, evitando películas de acción intensas o noticieros cargados de drama.
Una recomendación práctica, las comedias repetidas suelen ser buenas (ese episodio de Friends que has visto 15 veces sigue siendo agradable y ya sabes qué va a pasar, así que no te emocionas demasiado).
Si aún prefieres dormir con la televisión, hay formas inteligentes de reducir sus potenciales efectos negativos en tu sueño y salud. No se trata de prohibirte el gusto, sino de encontrar un equilibrio. Aquí van algunos consejos prácticos respaldados por expertos:
La clave de dormir con el TV encendido está en el equilibrio. Si decides mantener este hábito, hazlo inteligentemente: aplica los consejos prácticos (temporizador, brillo bajo, contenido adecuado) para minimizar los riesgos.
¡Queremos saber tu opinión! ¿Eres de los que se duerme con la tele encendida? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios y comparte tus consejos para dormir mejor.
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