9 Cosas habituales que le causarán a tu hijo más daños que beneficios

Consejos
hace 5 años

Cada padre busca criar a sus hijos correctamente, pero hasta las madres y los padres más responsables pueden cometer errores. La trampa está en que, muchas veces, las cosas comunes ocultan riesgos y peligros inesperados. Por ejemplo, los hisopos parecen absolutamente inofensivos, pero un movimiento en falso puede ocasionar una verdadera tragedia. Y “la principal papilla de bebés”, la sémola, directamente tiene contraindicaciones médicas los más pequeños. En este artículo te diremos qué cosas comunes pueden tener un impacto negativo en la salud de los niños.

Genial.guru aconseja no arriesgarse y armarse de información sobre cómo no dañar a un niño, rodeándolo con los cuidados día a día.

1. Chupetes

Los chupetes pueden ser muy útiles en los primeros 6 meses de vida de un bebé. En ese período tienen un efecto calmante y hasta analgésico. Sin embargo, después de ese tiempo, es mejor cesar en su uso.

Los médicos marcan los siguientes efectos negativos del uso del chupete:

Qué hacer:

Después de seis meses, al bebé le comienzan a crecer los dientes, por lo que será mejor reemplazar el chupete por un mordedor.

2. Comida inadecuada

Muchos alimentos que tradicionalmente se consideran útiles para los bebés, en realidad son absolutamente inadecuados para el organismo de un pequeño. En el sistema digestivo del bebé, todavía no se ha formado una microflora lo suficientemente fuerte como para hacer frente a muchos tipos de productos, tales como:

  • miel;
  • papillas de sémola y de avena;
  • productos lácteos y de leche agria;
  • zumos;
  • frutas y bayas agrias (melocotones, arándanos, uvas, etc.);
  • algunos vegetales y hojas verdes: brócoli, remolacha, frijoles, guisantes, etc.;
  • nueces y mantequilla de maní;
  • algunos tipos de pescado y todos los mariscos en general.

Los riesgos pueden manifestarse de diferentes maneras: desde reacciones alérgicas, hasta graves problemas de estómago y de los intestinos. Por ejemplo, la sémola es un gluten para cuya digestión el bebé simplemente no tiene las enzimas necesarias. Y la miel puede contener esporas de bacterias que son seguras para los adultos, pero en los niños pequeños causan botulismo.

Qué hacer:

No te apresures a introducir los productos mencionados en la dieta del bebé. El momento óptimo para hacerlo es después del año.

3. Ropa incorrecta

La ropa de todos los días es una fuente de peligros ocultos que no estamos acostumbrados a considerar. Hacemos mal, pues hasta los niños más pequeños pasan la mayor parte del tiempo vestidos. Por lo tanto, es importante que su ropa no solo sea cómoda, sino también segura para la salud.

Hay que prestarle especial atención a:

  • la cantidad de los pequeños detalles funcionales no es mayor a la necesaria;
  • todos los botones y los deslizadores de las cremalleras están bien firmes;
  • no hay detalles decorativos de gran volumen como perlas, lentejuelas, cuentas, etc.;
  • en lugar de cordones y tiras de tela, hay velcro y botones;
  • la ropa es de la talla correcta, no presiona nada y no aprieta demasiado en ningún lugar;
  • la parte inferior no tiene etiquetas grandes y ásperas que puedan frotar la piel causando dolor.

Qué hacer:

Elige la ropa para los niños teniendo en cuenta estas recomendaciones.

4. Pañales

Es difícil sobrevalorar la comodidad del uso de los pañales desechables modernos. Se sabe que tienen que pasar entre 12 y 18 meses para que los bebés puedan controlar sus necesidades naturales.

Los médicos aconsejan comenzar a enseñarle al niño a usar la bacinica a la edad de 1 año y medio como máximo. Esto significa que el uso de los pañales debe detenerse en ese momento. Está claro que, de lo contrario, el bebé simplemente no tendrá la motivación para contenerse.

Además, el uso prolongado de los pañales esconde los siguientes riesgos:

Tampoco hay que olvidar el problema ecológico que genera la utilización de este tipo de desechos.

Qué hacer:

Trata de reducir el uso de los pañales al mínimo, tanto en cantidad como en tiempo de uso de cada uno. No aplaces el cese completo del uso de los pañales.

5. Hisopos

Los hisopos han sido reconocidos por los médicos de todo el mundo como un producto dañino y peligroso para la salud. Y sin embargo, los padres no pueden resistir la tentación de escarbar los oídos de los niños incluso muy pequeños. Hacerlo está categóricamente contraindicado.

El uso de los hisopos para limpiar las orejas en condiciones caseras puede ser causa de:

  • trauma mecánico del oído interno, incluídas consecuencias graves que pueden llegar hasta la pérdida de la audición completa;
  • formación forzada de tapones sulfúricos, ya que en el proceso de la limpieza la cera simplemente se compacta en la profundidad de la oreja;
  • otitis frecuente.

La prohibición se aplica tanto a los niños como a los adultos. Los médicos advierten: no te metas en la profundidad del oído, no busques una eliminación radical del cerumen. Su presencia es necesaria para el correcto funcionamiento del aparato auditivo y lo protege de factores externos negativos.

Qué hacer:

Lavarse con espuma mientras se toma una ducha o un baño de inmersión, y luego secarse con una toalla es más que suficiente para preservar la limpieza. Si realmente lo deseas, pasa el hisopo solo por las zonas externas de la oreja.

6. Varitas de incienso y velas aromáticas

La aromaterapia no tiene una efectividad comprobada en el tratamiento de ningún tipo de enfermedad, pero se sabe que distintos aromas ayudan a animarse o, por el contrario, a relajarse.

Las velas aromáticas y las varitas de incienso que se queman con emisión de humo son los medios de relajación más inapropiados en una casa donde hay niños. Qué decir sobre los niños pequeños, si hasta los adultos pueden estar expuestos a efectos de la aromaterapia tan desagradables como:

  • dificultad para respirar;
  • reacciones alérgicas;
  • un alto riesgo de desarrollar asma bronquial.

Qué hacer:

La aromaterapia no está contraindicada para los niños, pero para llevarla a cabo se deben usar aceites esenciales. Antes de aplicar cualquier aceite nuevo, hay que realizar una prueba de alergias.

7. Artículos infantiles de segunda mano

Criar a un niño no es un placer barato. Muchas veces, los padres tienen que buscar formas de ahorrar dinero, y comprar cosas infantiles usadas parece una buena idea. Sin embargo, no todas estas cosas son seguras para los niños.

Recuerda que no debes comprar los siguientes artículos de segunda mano:

  • zapatos: incluso después de unos pocos días de uso, el calzado se ajusta a su primer dueño y puede afectar negativamente la configuración del pie de su nuevo propietario;
  • gorros y bufandas: algunas prendas de ropa usada son seguras, pero no así los gorros y bufandas que, incluso después del lavado, pueden estar infectados por, por ejemplo, piojos;
  • platos y vasos infantiles: al igual que los productos de higiene personal, los cubiertos de los niños deben ser nuevos y estrictamente individuales;
  • colchones, almohadas y mantas: si bien comprar una mecedora o una cuna no está prohibido, el colchón y la ropa interior deben ser totalmente nuevos, ya que la desinfección completa de esos artículos en condiciones caseras es imposible;
  • muebles blandos y juguetes de peluche: su desinfección solo es posible en una tintorería, que muchas veces termina siendo más costosa que comprar el artículo nuevo.

Qué hacer:

Cuando compres cosas de segunda mano, inspecciónalas cuidadosamente para detectar daños. Niégate a comprar artículos que han estado en uso durante mucho tiempo.

8. Juguetes interactivos

Se supone que los juguetes interactivos, como los que emiten luces, se mueven, suenan, muestran imágenes y videos, y hablan en varios idiomas al mismo tiempo, ayudan al niño en su desarrollo. Pero los estudios demuestran que estos aparatos sofisticados producen el efecto contrario.

En comparación con los juguetes comunes, los interactivos son perjudiciales porque:

  • dispersan la atención debido al uso simultáneo de muchos factores irritantes;
  • solo crean una apariencia de la comunicación: mientras el juguete habla mucho, el niño habla cada vez menos;
  • hace que el niño memorice sin pensar, en lugar de analizar.

Qué hacer:

Darle preferencia a los juguetes más tradicionales, como muñecas, automóviles y constructores. Divide las funciones de un juguete multifuncional: que un instrumento haga música, un autito responda por el movimiento, y los juegos de mesa, por la lógica.

En lugar de delegar tus responsabilidades a un gato de plástico parlante, juega y conversa con el niño tú mismo.

9. Transporte infantil

Los scooters, las patinetas y especialmente las bicicletas deben seleccionarse según la edad del niño y, en consecuencia, según sus parámetros físicos. Una bicicleta de un tamaño y una composición inadecuados puede ser peligrosa para el niño, y no solo en término de lesiones. Una postura incorrecta inevitablemente afectará el cuerpo del niño en constante formación; más precisamente, el esqueleto.

El transporte infantil no es algo en lo que se pueda ahorrar. Serán nocivos:

  • bicicletas y scooters demasiado grandes, comprados a largo plazo;
  • aquellos que claramente ya son demasiado pequeños para el niño.

Qué hacer:

El vehículo del niño debería reemplazarse a medida que él crezca. Se recomienda elegir una bicicleta de acuerdo con la longitud de las piernas: si estira las piernas desde el asiento, no deben pararse en el suelo con todo el pie. Lo correcto es que el niño solo pueda apoyar la punta de los pies.

Bono: artículos infantiles inútiles

Estos productos infantiles no tienen ningún peligro oculto y no causarán ningún daño. Sin embargo, tampoco tienen ingún beneficio.

Las madres comparten en Internet su opinión sobre las compras que, en lugar de facilitarles la vida, están juntando polvo en los estantes y ocupan espacio en los armarios. Entre ellos, los primeros puestos están ocupados por:

  • esterilizador de botellas: es suficiente con pasarlas por agua hirviendo;
  • calienta biberones: la fórmula infantil se cocina una sola vez; mientras está caliente, el biberón permanece tibio, y si la mezcla se enfrió, ya no se debe calentar;
  • chupete termómetro: los niños escupen el plástico extraño de la boca;
  • bañera con adaptador: le queda chica al bebé rápidamente y ocupa muchísimo lugar en donde sea que se la guarde;
  • sistema de reciclaje de pañales: no se debe colocar una canasta con desechos de mal olor en la habitación de un bebé;
  • radio monitor de bebé: es un objeto realmente innecesario en un departamento.

Y, tal vez, el artículo infantil más inútil: un calentador para toallitas húmedas. Este dispositivo electrónico masivo y caro realiza una función que pueden realizar fácilmente tus palmas calientes o una simple estufa de calefacción.

¿Y qué productos infantiles consideras inútiles y hasta dañinos para los niños?

Imagen de portada Depositphotos, Depositphotos

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